lunes, 29 de septiembre de 2014

BATTLES - Charm City Devils, 2014. Crítica del álbum. Reseña. Review.


Aquel prometedor "Let's Rock-N-Roll" que Charm City Devils publicaban allá por 2009 y que les llevaría a telonear a Mötley Crüe en su Crüe Fest de aquel mismo año iba a situar a los de Baltimore en una situación privilegiada en lo que a las nuevas bandas que facturaban rock verdadero se refiere. Sin embargo en 2012 el lanzamiento de "Sins" vino acompañado de numerosos errores de promoción y giras, aunque fundamentalmente adoleció del punch del primero y dejó en los Charm City Devils ese poso de metal para cuarentonas del que tan difícil es librarse. Pues bien, los tipos están de vuelta con "Battles", su tercer álbum de estudio, un artefacto con el que sin duda parecen haber superado aquel debut de 2009.

"Battles" es un más que loable intento de Charm City Devils por mantenerse fieles a la definición clásica del rock and roll. No hay trucos ni artificios, ni gilipolleces varias esta vez, sólo rock con pelotas con un cierto toque bluesy y sureño. Sus letras, una vez más versan sobre las dificultades de la vida sin la necesidad de caer en lo cursi o en lo pegajoso, algo que por otra parte estos tios no necesitan en absoluto. Skidd Mills, el premiadísimo productor y coleccionista de Grammys se ha encargado del  sonido de "Battles" como ya lo hizo en aquel prescindible "Sins" de 2012. Esta vez Mills se las ha arreglado para que la crudeza y el nerviosismo característicos de Charm City Devils suenen estimulantes y satisfactorios.


El desarrollo vocal de John Allen como vocalista se hace evidente, y su progresión se constata en todos y cada uno de los temas que conforman "Battles". Un tipo talentoso y versátil que lleva mamando rock desde sus tiempos en SR-71 y que se atreve a estirar y ampliar su rango vocal consiguiendo resultados bastante significativos. Anthony Arambula en bajo y Jason Heiser en batería realizan sin duda un trabajo monumental, nítidos y claros en la mezcla, casi hipnóticos, dejando además espacio para el trabajo de guitarras, unas guitarras, las de Victor Karrera y Nick Kay que llenan el álbum de tremendos riffs arrogantes y nerviosos, justo los que se necesitan cuando de facturar rock con pelotas se trata.

"Tear It Apart" abre "Battles" de la manera más salvaje en la que Charm City Devils pueden abrir un disco, y es que su ritmo y sus riffs colocan en pre aviso antes de la llegada de "Crucify", un corte empapado de ambientazo de tugurio aderezado de manera brillante por la armónica, en un tema en el que probablemente Charm City Devils se dejaron llevar por el sentimiento musical de Nashville, la localidad donde han grabado "Battles". "Shots" presenta una letra fuerte y contundente sobre nuestras adicciones y nuestros demonios, todo ello inmerso en una melodía adictiva y oscilante enraizada en el rock de la vieja escuela pero dotada de ese necesario toque moderno en el que guitarras abrasadoras y ritmos desagradables hacen el resto.


"Everyday" ofrece diversidad tanto en ritmo como en voz aunando todas las virtudes que Charm City Devils conjugan en "Battles", "Want" es un excelente medio tiempo que rezuma aroma a Rolling Stones y "God's Gonna Cut You Down" es una magnífica versión de este clásico tradicional, dotándolo en esta ocasión de pura adrenalina y crudo poderío rockero empapados de un acertadísimo sentimiento bluesy tras el que "Destiny" permite de nuevo colocar el brazo en alto con el mechero encendido. "Lying To Yourself" promete convertirse en balada clásica de estadio antes de que "Rich N Famous" triture de nuevo nuestras cabezas y "Karma" y sus acertados cambios de velocidad impidan que decaiga el ambiente. "Let It Go" finaliza el álbum de un modo sosegado, con John Allen cantando con pasión mientras guitarras, bajo y batería le acompañan muy suavemente en formato acústico. 

Toneladas de riffs y actitud que vuelven a colocar a Charm City Devils en la línea adecuada, una línea, un sendero, que pocos pueden presumir hoy en día de seguir. No muchos son los elegidos en esa vereda del hard rock clásico cargado de sentimiento y actitud, e incluso es posible que los de Baltimore no lo sigan por mucho tiempo, pero mientras se marquen discos como este "Battles" se les perdonaran sus desviaciones anteriores, mientras Allen mantenga su voz empapada en bourbon, mientras Karrera y Kay rasguen sus guitarras con esa entrega y ese talento, y mientras Arambula y Heiser solventen con pericia la delicada labor del combo rítmico, podemos estar tranquilos.

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